Rorate Caeli

Queen of Heaven!


Pues que tú, Reina del cielo
Juan del Encina






Pues que tú Reina del cielo
tanto vales,
¡da remedio a nuestros males!

Tú que reinas con el Rey
de aquel Reino celestial;
tú lumbre de nuestra ley,
luz de linaje humanal
pues para quitar el mal
tanto vales,
¡da remedio a nuestros males!

Tú, Virgen, que mereciste
ser madre de tal señor
tú, que, cuando le pariste,
le pariste sin dolor;
pues con nuestro Salvador
tanto vales,
¡da remedio a nuestros males!

Tú, que eres flor de las flores;
tú, que del cielo eres puerta;
tú, que eres olor de olores;
tú, que das gloria muy cierta,
si de la muerte muy muerta
no nos vales,
no hay remedio a nuestros males.


Because You, O Queen of Heaven,
so much help,
grant us remedy for our pains!

You, who reigns with the King
of that heavenly Realm;
You, light of our law,
light of the human race;
Who, for cleaning our disgrace,
helps us so,
grant us remedy for our pains!

You, o Virgin, who was granted
being Mother of such a Lord,
You, who, when bearing him,
did so painlessly;
if for our Savior,
you help so,
grant us remedy for our pains!

You, the flower of flowers;
You, the gate of heaven;
You, the scent of scents;
You, who certain glory grants,
If, in certain death,
you do not help us,
there is no remedy for our pains.